El polvo se acumula.
¿Seguiré esperando por días y por horas
la llegada de tus labios?
No te invité. Quise evitar las promesas que no habrías de cumplir.
Iré, dijiste, si acaso el mundo complota contra el orden
y las calles detienen su fluir.
Iré con los ojos tristes, poeta,
decía tu voz más lejana,
necesito escucharte en el estrado y sentir al aire agitado por tus manos, decía el silencio de tu cuerpo.
Han cerrado el palacio, amada. El polvo se acumula.
Me lo debes.
noviembre 03, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario