noviembre 03, 2005

DEL ASTRONOMO

Del astrónomo
Abrí mis ojos más allá de mí.
Una tras otra, las estrellas fueron cayendo sobre mis manos, quemando amores pendientes y expectativas de madurez.

Abrí mis ojos hasta las esquinas de cielos y esperanzas.
Tú yacías silenciosa entre las rocas y las margaritas, la mirada al norte, el silencio sereno.

Más allá de mí, una luz intensa en la oscuridad del invierno, un rayo certero, una cadena rota, una ansiedad vagando entre planetas.

Abrí mis ojos, amada mía errante, para ver las inquietudes postergadas hasta el siguiente amanecer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantó tiene esa fuerza del libro DULCE MÍA (versos que no me canso de releer), un abrazo chascón.